miércoles, 24 de enero de 2018

INFORME SOBRE LAS ACCIONES DEL PAPA FRANCISCO QUE CONSOLIDAN EL SISTEMA DE ENCUBRIMIENTO DEL CLERO ABUSADOR SEXUAL EN LA IGLESIA CATÓLICA (2013/2018)

Las acciones que se enumeran a continuación, han sido llevadas a cabo por el papa Francisco desde que fue elegido hasta la fecha de publicación del presente informe.
La enumeración no es taxativa, por lo que pueden sumarse muchas más acciones. Todas ellas, consolidan el sistema de encubrimiento de los sacerdotes abusadores sexuales que la institución religiosa mantiene en su estructura, cuyos efectos no son otros que el abuso de poder, la denegación de justicia y la violación de derechos humanos de las víctimas.
a) Institucionales
1. Designó en la Curia vaticana a cardenales que participaron del cónclave que lo eligieron como papa, integrantes de la denominada "docena sucia" por haber sido acusados de encubrir sacerdotes pederastas. Ellos son: Leonardo Sandri (Argentina), miembro de la secretaría para la Comunicación del Vaticano; George Pell (Australia), Prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede; Marc Ouellet (Canadá), Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina; Seán O'Malley (EE.UU.), Consejero en el C8 y Presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores; Peter Turkson (Ghana), Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Oscar Rodríguez Madariaga (Honduras), Consejero del C9.
2. Designó en la C9 (órgano consultivo), a los siguientes cardenales acusados de encubrir abusos sexuales: Oscar Rodríguez Madariaga; Francisco Javier Errázuriz Ossa; Sean Patrick O'Malley; George Pell.
3. En particular, el cardenal George Pell es responsable de encubrir más de 4.000 casos de abusos sexuales del clero en Australia. Al no poder sostener más su cargo y ser requerido por las autoridades judiciales de Australia, le concedió licencia para que viaje a su país y se someta a las autoridades judiciales del estado.
4. No ha cumplido con las nueve exhortaciones que el Comité de los Derechos del Niño (ONU), le hizo a la Santa Sede en 2014 para extirpar el flagelo de los abusos sexuales, que está enquistado en su estructura y organización.
5. No ha cumplido con el conjunto de medidas sugeridas por el Comité que controla la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, Inhumanos o degradantes, para evitar la comisión de abusos sexuales.
6. No ha presentado al Comité de los Derechos del Niño el último informe relativo al cumplimiento - dentro de la iglesia – de la Convención respectiva que venció en septiembre de 2017 y que la Santa Sede tiene la obligación de presentar por haber suscripto aquella.
7. Mantiene el sistema de violencia institucional, sexual, psicológica y de género contra niños, niñas y adolescentes.
8. Mantiene el cuerpo normativo interno, violatorio de derechos humanos de las víctimas de abuso sexual eclesiástico, principal eje donde engarza todo el sistema de encubrimiento de curas abusadores.
9. Mantiene el secreto pontificio en materia de abusos sexuales del clero. El mismo, obliga a todos los participantes de un procedimiento canónico a guardar secreto bajo juramento de silencio. Se amordaza y coacciona a las víctimas.
10. No ha publicado registro oficial - certificado por organismos independientes - de los sacerdotes expulsados por causa de abuso sexual infantil.
11. Mantiene en secreto el lugar donde están los sacerdotes acusados de abuso sexual y que han sido separados de modo transitorio por una medida cautelar canónica, con serio riesgo de estar cerca de niños y jóvenes. Tampoco existen mecanismos internos para controlar aquellas medidas.
12. Avala el rol marginal de la Comisión para la Tutela de Menores, que en la práctica, no ha producido cambios significativos. Desde su creación, sólo se ha reunido tres o cuatro veces de manera plenaria, cuyos dictámenes no son obligatorios para los obispos.
La misma no tiene poder de investigación real, no conoce la información existente en la Congregación para la Doctrina de la Fe (única con competencia en la materia), acerca de los abusos sexuales; tampoco conoce estadísticas. Sus resultados son prácticamente nulos.
13. Avaló la expulsión de Peter Saunders de la referida Comisión. Saunders fue víctima de abuso sexual y muy crítico con la actividad de la misma.
14. Avaló la inacción de la Comisión al aceptar la renuncia de Marie Collins, otra víctima de abuso sexual designada para integrarla como señal de transparencia. La causa por la que renunció: "Falta de apoyo dentro del Vaticano". Las dos víctimas fueron usadas y manipuladas.
15. Creó un Tribunal encargado de juzgar a obispos negligentes en iniciar procedimientos contra curas abusadores. Luego, dio marcha atrás elaborando la carta apostólica Como una madre amorosa, suplantando el tribunal por un procedimiento regulado en el Código de Derecho Canónico y encargado a determinadas Congregaciones de la Curia.
El proceso es groseramente tramposo: el obispo acusado tiene la posibilidad de entrevistar a los superiores de las Congregaciones, fomentando el contubernio; se consolida el privilegium fori, es decir, el hecho que curas juzguen curas por delitos comunes; se elimina la independencia como fundamento de un juicio justo e imparcial. Un esperpento jurídico. Aún no hay un solo obispo sancionado por este mecanismo.
16. Avala la permanencia del sacerdote Tony Anatrella, psicoterapeuta y asesor francés del Vaticano en temas de la sexualidad que argumenta que los homosexuales no deben ser ordenados al sacerdocio y que ha sido acusado por al menos cuatro hombres de haberles abusado sexualmente en sesiones de terapia diseñadas para "curarles" de su homosexualidad.
17. Designó al arzobispo jesuita español Luis Ladaria Ferrer como nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien no llevó a la justicia estatal a un sacerdote que la Iglesia condenó por abuso sexual de 11 chicos.
18. No ha propuesto reforma alguna relativa al secreto de confesión que, entre otras causas, permite el encubrimiento de sacerdotes pederastas.
En el caso del cardenal Pell, las autoridades australianas recibieron una recomendación de parte de una comisión especial creada para investigar los casos de abuso sexual que recomienda no otorgar "ninguna excusa, protección o privilegio" a los sacerdotes que no alerten a la policía de los delitos de los que tengan noticias, sin importar el contexto en el que se ha dado a conocer.
19. El Vaticano no informa el nombre de los sacerdotes pedófilos, condenados o no; no se le informa a la autoridad judicial de los estados. Ejemplo, el de un sacerdote italiano que desapareció de su diócesis. Luego se conoció que había sido enjuiciado y expulsado por la Congregación para la Doctrina de la Fe por pedófilo, lo redujeron al estado laical. Fue la propia Congregación quien le ordenó al sacerdote abusador que no debía contar nada a nadie porque había que proteger la imagen de la iglesia.
20. Reconoció expresamente que “la Iglesia llegó demasiado tarde" tanto para reconocer la gravedad del problema como para asumir responsabilidades al respecto.
"Tal vez la antigua práctica de transferir a la gente adormiló un poco las conciencias", expresó Francisco durante una reunión con los miembros de Pontificia Comisión para la Protección de los Menores en el Palacio Apostólico.
21. Recibió una carta del joven polaco Kamil Tadeusz Jarzembowski, denunciando los abusos en su habitación a otro seminarista, más de 140 veces y de los que él era testigo ocular. El papa no tomó decisión alguna.
22. Avaló y no se opuso a la ordenación sacerdotal del Pbro. Gabriele Martinelli, acusado por abusos en el Preseminario San Pío X en el Vaticano. Año 2017.
23. Participó de la misa por el fallecimiento del cardenal Bernard Law, ex arzobispo de Boston, EE.UU., el mayor encubridor de sacerdotes pederastas en ese país, que fuera escondido en el Vaticano para no entregarlo a las autoridades judiciales. Nunca se lo enjuició ni sancionó.
b) En Europa
24. Avaló la protección que el cardenal Angelo Bagnasco – ex presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Génova – hizo de Carlos Miguel Buela, fundador del Instituto Verbo Encarnado y sancionado canónicamente por casos de abuso sexual.
25. Mantiene la ambigüedad en el caso español denominado “los romanones”. Atiende personalmente la llamada del denunciante, le pide perdón, le anima a denunciar a la justicia civil y pone en marcha el proceso canónico rápidamente, fruto del cual el arzobispo de Granada suspende a divinis a tres de los imputados. Sin embargo, coloca a otros miembros del clan como sus sustitutos. No somete al obispo de Granada - Francisco Javier Martínez- a juicio por negligencia.
26. No ha expulsado al sacerdote francés Bernard Preynat ni a su superior, el arzobispo de Lyon Philippe Barbarin, luego de las denuncias por abuso sexual contra al primero.
27. Protege a 25 obispos franceses (5 de ellos en actividad), que encubrieron a 39 sacerdotes abusadores de 300 niños.
28. Redujo las sanciones a un grupo de curas pederastas italianos, que no perderán su condición de sacerdotes, sino que no realizarán el ejercicio público de los oficios.
29. En Alemania, no ha sancionado a obispos ni sacerdotes por el escándalo de los 547 niños abusados en el coro Regensburger Domspatzen, dirigido durante décadas por Georg Ratzinger, el hermano mayor del papa Benedicto XVI.
c) América Latina
30. En Chile, nombró obispo de Osorno al sacerdote Luis Barros, principal encubridor del pederasta Fernando Karadima. Ante un grupo de chilenos en el Vaticano, les aconsejó que "piensen con la cabeza y no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos". Calificó de tontos a los católicos de Osorno que se opusieron a esa designación.
31.  En su visita a aquel país en 2018, pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por clérigos chilenos; luego, admitió la participación en una misa y otros actos eclesiásticos a los obispos encubridores del pederasta Karadima (Valenzuela, Tomislav Koljatic), y al propio Barros.
Trató de mentirosos a Juan Carlos Cruz, Hamilton y Murillo, víctimas de Karadima quienes debieron llamar a conferencia de prensa para replicar al papa.
32. En la referida visita, se reunió en forma secreta con víctimas de abuso sexual, motivando el repudio de la Red de Sobrevivientes ya que confirmó el siniestro, violento e histórico proceder de la Iglesia Católica en materia de abuso sexual clerical.
Esa acción, confirmó la sospecha de que el Vaticano tiene una completa y actualizada base de datos de sus víctimas. Asimismo, la premeditada selección de ellas, el proceder secreto y oscuro del pontífice, la negativa a recibir reclamos concretos de parte de los afectados y la consiguiente manipulación efectuada por el máximo jerarca católico, dejan ver la contumacia en su proceder ladino, contrario a la transparencia que finge ostentar.
Sumado a que el papa Francisco ha vulnerado el derecho de todas las víctimas a ser convocadas por igual, ya que deben ser ellas las que deciden ejercer o no el derecho a concurrir a una reunión y no ser seleccionadas como ovejas por el poder religioso.
En definitiva, un nuevo acto de abuso de poder y violación de derechos humanos disfrazado de tolerancia y arrepentimiento.
33. Promocionó a cargos superiores a Ricardo Ezzati (nombrado cardenal en 2014) y Francisco Javier Errázuriz (integrante del C9). Los tres fueron protagonistas del mayor escándalo por abusos sexuales clericales en Chile.
34. Expulsó al sacerdote chileno Pedro Mariano Labarca Araya – de la orden mercedaria - por su participación en casos de abuso sexual contra menores y ex seminaristas. Sin embargo, el motivo principal de la decisión fue “el grave daño a la dignidad sacerdotal y a los compromisos religiosos”. Las víctimas – una vez más – pasaron a un segundo plano, de nuevo fueron invisibilizadas.
35. En el caso del Instituto Alonso de Ercilla, administrado por Hermanos Maristas, no ha tomado ninguna medida. No se refirió al caso, ha ignorado por completo a las víctimas sobrevivientes. Hay una treintena de casos ocurridos en los años 70 y 80.
36. El accionar contrario a los derechos humanos de las víctimas chilenas puede observarse en la situación de los 80 religiosos denunciados y al menos 11 Obispos involucrados en casos de abuso.
37. Retiró - rápidamente - de República Dominicana al nuncio apostólico Jozef Wesolowski, acusado de pederastia y tenencia de pornografía infantil, para no ponerlo a disposición de las autoridades judiciales de ese país.
Una de sus víctimas dijo que "tenía un tipo de gusto específico, de 14 a 16 años, y si eran “blanquitos' mucho mejor". Wesolowski falleció en el Vaticano, en circunstancias poco claras, antes de someterse a la justicia vaticana que, se sabe, no se destaca por su imparcialidad.
38. En México, mantuvo en su puesto - hasta que renunció - al cardenal Norberto Rivera, el mayor encubridor de sacerdotes pederastas de ese país, incluido el predador sexual Marcial Maciel Degollado (fallecido), fundador de los Legionarios de Cristo.
39. Dicha congregación fue “perdonada” mediante indulgencia plenaria, como también su movimiento seglar (Regnum Christi), por los abusos sexuales cometidos por su fundador, Marcial Maciel, quien fue acusado además de fraude, extorsión y haber abusado de sus propios hijos, ya que llevaba doble vida.
40. Avaló el proceder de la Arquidiócesis Primada de México que absolvió al sacerdote José Ataulfo García tras confesar haber abusado sexualmente de decenas de niñas en la comunidad indígena de Oaxaca. Al delito de abuso y violación de unas 30 niñas de entre 5 y 10 años, admitido por el propio clérigo, se suma el hecho de que García es portador de HIV.
41. En Argentina, no ha expulsado aún al cura Julio Cesar Grassi, no obstante estar condenado por delitos de abuso sexual y corrupción de menores a 15 años de prisión efectiva. El procedimiento canónico se retomó luego que la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmara la prisión del cura. 9
42. Avala las líneas-guía de la Conferencia Episcopal Argentina donde se niega sistemáticamente a las víctimas garantías del debido proceso, violando derechos humanos básicos y revictimizándolas ya que continúa el abuso de poder y la denegación de justicia.
43. Nunca recibió a víctimas de abuso integrantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina. Los intentos de reunión que hizo fue en secreto, evitando seleccionar personas que fueran a hacer reclamos concretos. Las que ha recibido - de otros países - han sido cuidadosamente digitadas para evitar dichos reclamos, manipulándolas, revictimizándolas.
44. Tomó conocimiento en 2014 de casos de abusos sexuales en el Instituto Antonio Próvolo de Verona, Italia y no adoptó ninguna medida. Se le entregó - en sus propias manos - la lista de sacerdotes abusadores y de víctimas.
45. Inició en el 2015 el proceso de beatificación del obispo de Verona, Giuseppe Carraro, quien abusó sexualmente de un alumno del Instituto Antonio Próvolo de aquella ciudad.
46. Volvió a tomar conocimiento - en 2016 - de más casos de abusos sexuales en el Instituto Próvolo, esta vez en Mendoza y La Plata, Argentina. Recién ahí nombró una comisión de investigación integrada por dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Córdoba, Argentina, quienes a requerimiento del fiscal adjunto de la causa Próvolo - para que colaborasen con la justicia estatal aportando su propia documentación -, se negaron, invocando el privilegio jurídico que le otorga el Concordato de 1966 firmado entre Argentina y la Santa Sede, es decir, no informar.
El trabajo de la referida comisión tuvo claros propósitos de extraer información del expediente sin tener legitimación procesal, entorpeciendo el desarrollo del mismo, con riegos de planteos de nulidad que perjudicarían a las víctimas.
47. Avala el accionar delictivo de las autoridades del Instituto Próvolo de Italia respecto a los sacerdotes detenidos en Mendoza, no llevando cabo ningún procedimiento para sancionarlas.
48. Avala el accionar cómplice del Arzobispado de Mendoza, entidad localmente responsable del Instituto Antonio Próvolo.
49. No ha iniciado procedimiento canónico alguno contra los tres obispos de Mendoza por su responsabilidad en el funcionamiento del Instituto Antonio Próvolo aplicando las disposiciones contenidas en el documento “Como una madre amorosa”.
50. Avala los dichos del sacerdote Dante Simón, que integra la Comisión enviada por el Vaticano para investigar los hechos del Próvolo, quien sostuvo que “una chica, un chico… se enamora de un sacerdote, y éste no le responde. Tan despechado puede ser el varón como la mujer. Entonces, lo denuncian. Y como hay que intervenir de oficio, ante la denuncia, hay que intervenir. Entonces muchas causas son desestimadas”.
51. No ha iniciado proceso canónico contra el obispo de San Francisco, Córdoba, Sergio Buenanueva, quien expresamente reconoció: “Nuestro gran error fue proteger a los curas abusadores".
52. Avaló la decisión de la Comisión que investigó los hechos del Próvolo en su negativa a brindar información y documentación al fiscal de la causa, amparándose en el Concordato de 1966. Incumplió, de ese modo, la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza – caso Iván González c/ Arzobispado de Mendoza – que le ordenó a la iglesia brindar información a las víctimas.
53. No ha iniciado procedimiento canónico alguno – para determinar responsabilidades por omisión y negligencia, aplicando las disposiciones contenidas en el documento “Como una madre amorosa”- contra los obispos argentinos que se enumeran a continuación, responsables de controlar a sacerdotes incardinados en sus diócesis, denunciados por abuso sexual en sede estatal y/o canónica:
a)      Héctor Aguer, sacerdotes Héctor Ricardo Giménez, Nicola Corradi y Horacio Corbacho (La Plata).
b)      José María Arancedo, sacerdote Félix Alejandro José Martínez (Mar del Plata), y Luis Brizzio (Santa Fe).
c)      Antonio Marino, sacerdote Félix Alejandro José Martínez (Mar del Plata).
d)     Ricardo Faifer, sacerdote Domingo Jesús Pacheco (Corrientes).
e)      José María Arancibia y Sergio Buenanueva, sacerdotes Jorge Luis Morello y Raúl del Castillo (Mendoza).
f)       Carlos María Franzini (fallecido) y Dante Braida, sacerdotes Nicola Corradi y Horacio Corbacho (Mendoza).
g)      Juan Alberto Puíggari, sacerdotes Justo José Ilarraz, Marcelino Moya, Juan Diego Escobar Gavíria y religiosa Bibiana Fleitas (Entre Ríos),
h)      Estanislao Karlic, sacerdote Justo José Ilarraz (Entre Ríos).
i)        Oscar Ojea y Mario Poli, sacerdote Mario Koessler (San Isidro, Buenos Aires).
j)        Mario Cargnello, sacerdotes Emilio Raimundo Lama y Agustín Rosa Torino (Salta).
k)      Luis Urbanc, sacerdotes Juan de Dios Gutiérrez y Renato Rasjido (Catamarca).
l)        Adolfo Uriona, sacerdote Carlos Alberto Dorado (Santiago del Estero).
m)    José Masín y Rubén Martínez, sacerdote Néstor Monzón (Chaco).
n)      Guillermo Rodríguez Melgarejo y Sergio Buenanueva, sacerdote Carlos José (San Martín, Buenos Aires).
Respecto al caso del sacerdote Félix Alejandro José Martínez, cabe aclarar que cuando Jorge M. Bergoglio era cardenal, uno de los papás de víctimas llamó por teléfono y el secretario le contesto que no los iba a recibir porque no era un tema de su competencia. Al poco tiempo, los padres de las víctimas le enviaron dos cartas al Papa Francisco, a través de Gustavo Vera, diputado en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y amigo personal del papa, pero ni siquiera recibieron un acuse de recibo.
En el caso del fallecido obispo Abelardo Silva, tampoco inició investigación alguna para determinar las responsabilidades. La denuncia canónica lleva número Prot. 142/2017-59513 Congregación para la Doctrina de la Fe -Cardenal Prefecto Gerhard Ludwin Muller.
Los obispos argentinos que se reunieron con la víctima y fueron notificados del caso, son los siguientes: Fernando Croxatto (Neuquén), Carlos Malfa (Secretario de la Conferencia Episcopal Argentina), Martín Fassi (auxiliar de San Isidro), Miguel Angel Dänibale (Río Gallegos) y el Cardenal Mario Poli.
54. En Perú, avala la continuidad del movimiento Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), investigado por la justicia de ese país, al que se le imputa ser una organización criminal en la que se habrían cometido los delitos de asociación ilícita, secuestro, abusos sexuales a menores, esclavitud moderna y lesiones graves, así como un presunto delito de lavado de activos.
55. Protege a su fundador, Luis Fernando Figari, quien fuera declarado culpable por la propia organización, de abusos físicos, psicológicos y sexuales cometidos por aquél y otras cabezas del movimiento. La sanción impuesta por al Vaticano ha sido enviarlo a un lugar de penitencia en Italia, donde quedará enclaustrado. Además, tiene prohibido volver al Perú (excepto por motivos sumamente graves y siempre con permiso escrito), tener contacto directo o personal con miembros de la comunidad sodálite y conceder entrevistas a los medios de comunicación, ya sea en público o en privado. La Santa Sede consideró que los delitos, de acuerdo al derecho canónico, han prescrito. Lo que se le impone son medidas disciplinarias de carácter administrativo. A pesar de haberse iniciado una investigación penal en los tribunales peruanos, el Vaticano no lo ha puesto a disposición de la justicia estatal.
56. En su visita a Perú en 2018, permitió que el arzobispo de Piura y Tumbes, José Antonio Eguren Anselmi (integrante del Sodalicio), leyera un discurso en su honor.
Eguren fue el primer denunciado en el año 2000. Ha sido señalado como partícipe principal en casos de tráficos de terrenos en la ciudad de Piura, y vinculado a la organización criminal La Gran Cruz.
57. En Paraguay, medió en el conflicto desatado entre el obispo Rogelio Ricardo Livieres y el arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, quien sugirió en junio de 2014 abrir una investigación para aclarar las acusaciones sobre el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity,  acusado de abuso sexual en 2002 por un estudiante de la Academia Saint Gregory en Pensilvania, Estados Unidos, y protegido por Livieres. El conflicto terminó con la destitución de Livieres, quien luego falleció en 2015.
En cuanto al sacerdote motivo del conflicto, se sabe – extraoficialmente - que la iglesia lo mantiene escondido en la provincia de Mendoza, Argentina.

Abog. Carlos Lombardi - Mat. Fed. T° 76 F° 491
Por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina y la Rete L'Abuso, Associazione italiana vittime di preti pedofili, Italia.


sábado, 9 de diciembre de 2017

Delegados del Diablo

El caso Próvolo ha permitido ratificar que la Santa Sede no solo mantiene la red de pederastia institucionalizada sino que, además, continúa con su prolija práctica de violar el derecho internacional de los derechos humanos.
No se contenta con no garantizar derechos de niños, niñas y adolescentes dentro de los espacios eclesiásticos sino que se niega a informar a las autoridades estatales y a los organismos internacionales el estado de sus procedimientos internos.
Ejemplo de ello es la actuación de la delegación que la Santa Sede envió a Mendoza para investigar - de modo paralelo al estatal - los hechos ocurridos en el referido instituto.
Intereses vaticanos
En todo momento, quedó en claro qué intereses representaron los enviados papales: los de un estado extranjero que, de más de un centenar de instrumentos internacionales sobre derechos humanos, sólo ha ratificado poco más de una decena.
En relación al caso Próvolo, la cuestión se agrava porque además de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre la iglesia católica no ha firmado ni ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer(CEDAW) y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD). Mientras que la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, sólo la ha firmado pero no ratificado, es decir, todavía no asume las obligaciones que surgen de ella.
En cuanto a la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC), la viene incumpliendo sistemáticamente desde su firma y ratificación, sea por no presentar en tiempo y forma los informes quinquenales que los Estados partes se obligan (14 años de incumplimientos), sea por no haber cumplido con las 9 exhortaciones urgentes que el Comité de los Derechos del Niño le hizo a la Santa Sede en 2014.
Basta con leer el Nº 43 pto. b de las "Observaciones finales sobre el segundo informe periódico de la Santa Sede, elaboradas por el Comité de los Derechos del Niño": "Aunque la Santa Sede estableció su jurisdicción plena sobre los casos de abuso sexual de niños por clérigos en 1962 y los puso bajo la competencia exclusiva de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2001, se ha negado a suministrar al Comité datos sobre todos los casos de abuso sexual de niños que se señalaron a su atención durante el período que se examina, y el resultado del procedimiento interno en estos casos".
Dicho de otro modo, estamos frente a un Estado violador serial de derechos humanos, donde el colectivo de mujeres y niños es el más perjudicado.
Contumacia clerical fundada en una prebenda legal
La negativa de la delegación vaticana de suministrar información a la justicia penal mendocina es continuidad de aquella política. Pero, además, y para no perder la costumbre de utilizar los privilegios que las dictaduras militares le concedieron, sacaron a relucir el mismo argumento que les sirve para no cumplir las leyes de la república: la vigencia del Concordato de 1966.
El tratado, un verdadero fósil normativo que crea a favor de la iglesia católica un enclave jurídico dentro del ordenamiento jurídico nacional, tiene como principal eje la garantía del estado de no entrometerse en los asuntos de la iglesia (la recíproca no existe, ya que la iglesia se entromete en los asuntos de la república y en la vida privada de sus habitantes).
Dos cuestiones caben advertir en este punto: primera, los asuntos eclesiásticos no se reducen a lo meramente religioso sino que hay muchos de ellos con efectos civiles y penales. Segundo, hete aquí la descomunal impunidad que existe puertas adentro de la institución religiosa ya que como el estado no se inmiscuye, se violan derechos de las personas a más no poder. Es el oscurantismo medieval y el abuso de poder en pleno siglo XXI.
Lo del concordato es uno de los demonios eclesiásticos desatados por el caso Próvolo y que en algún momento el estado deberá evaluar si conviene mantenerlo. No en vano Antonio Gramsci calificó la actitud de un estado firmante de capitulación: "La capitulación del Estado moderno que se verifica por los concordatos se disfraza identificando verbalmente concordatos y tratados internacionales: en el concordato se realiza de hecho una interferencia de soberanía en un solo territorio estatal, ya que todos los artículos de un concordato se refieren a los ciudadanos de uno solo de los Estados contratantes, sobre los que el poder soberano de un Estado extranjero justifica y reivindica determinados derechos y poderes de jurisdicción (aunque sea de una especial determinada jurisdicción)" (Las maniobras del Vaticano, Buenos Aires, Ediciones Godot Argentina, 2010, p. 53/54).
Pero la contumacia de la delegación clerical no se agotó en la negativa a brindar información, en invocar el privilegio del concordato y ostentar su repugnante impunidad. También salieron a sostener la indefendible inocencia del Arzobispado de Mendoza, uno de los responsables civiles del daño físico, moral y psicológico sufridos por los niños, niñas y adolescentes del Próvolo.
Estado e iglesia ¿eternos adláteres?
No está bien parado el estado provincial en materia de responsabilidad y hacer la vistagorda ante el incumplimiento de la delegación vaticana, tampoco lo favorece. Todo lo contrario, estaría convalidando el proceder ilegal de un estado extranjero violador serial de derechos humanos.
No haber controlado la aplicación de los tratados referidos y legislación complementaria (Convención de Belem do Pará y ley 26.485), haber omitido los dictámenes del Ministerio Público Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que tutelan los derechos de las personas con discapacidad, sumados al ridículo hecho por dos comisiones de la legislatura de Mendoza, concurriendo a hacer la genuflexión al domicilio del obispo católico, en reunión a puertas cerradas y a espaldas de los padres de niños abusados, son hechos que ratifican la complicidad.
De modo que adquiere fundamental importancia la actuación del Poder Judicial, por cuanto el desempeño de sus funcionarios y magistrados podría agravar (o no), la evidente responsabilidad internacional de Mendoza, construida prolijamente por las omisiones del ejecutivo y el servilismo clerical del legislativo.
La justicia provincial tuvo oportunidad de expedirse en el conflicto suscitado entre derechos humanos y el derecho canónico que dio origen a los autos Nº 86.326, caratulados "G.I.R. contra A.M. por D. y P." y donde la Suprema Corte de Justicia de Mendoza sostuvo que "Considerar que la Iglesia Católica, en su calidad de persona pública no estatal, se encuentra obligada a cumplir con el deber de informar que consagran los Tratados internacionales de Derechos Humanos, no implica en modo alguno vulnerar el Derecho Canónico ni el Concordato firmado con la Santa Sede".
El poder judicial de la provincia tiene la oportunidad de estar a la altura del respeto de los derechos humanos, actuando con independencia e imparcialidad, sin prestar oídos a una corporación religiosa a la que nunca le interesaron las víctimas de abuso sexual.
De lo contrario, el caso Próvolo será otro ejemplo que confirme la affectio societatis del Estado con la eterna carnicera de la humanidad.
Abog. Carlos Lombardi
Asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina y de la Rete L'Abuso, Associazione italiana vittime di preti pedofili.

RELIGIÓN EN LA ESCUELA PÚBLICA: COMO EL AGUA Y EL ACEITE

El factor religioso irrumpe nuevamente en la vida política de nuestro país. Esta vez, de la mano de un proyecto de libertad religiosa enviado por el oficialismo al Congreso de la Nación y un planteo de inconstitucionalidad presentado ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que en la provincia de Salta se enseña religión católica en las escuelas públicas, gratuitas y laicas. Haremos foco en la segunda cuestión.
Tal vez se piense que el debate es anacrónico y antiguo, o que la cuestión fue resuelta hace tiempo por el gobierno de Julio A. Roca a través de la ley 1420 y que los demonios confesionales ya no mortificarían más a la sociedad secular y sus libertades. No es el caso de nuestro país.
1. Salta, la linda y clerical
La cuestión salteña obtuvo dos pronunciamientos disímiles: el de la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, y el del máximo Tribunal de justicia de la provincia. Este último fue el que avaló la enseñanza de religión en las escuelas públicas y que fue impugnado de inconstitucional por un grupo de padres no creyentes.
Como sostuvimos oportunamente[1], el Estado del noroeste argentino parece ser tierra fértil para el integrismo religioso, es decir, para aquel sector de creyentes que conforme los caracteriza Umberto Eco, presionan para que sus dogmas y doctrinas sean el molde de la vida política, social, y fuente de las leyes.
Esa tendencia extrema e impositiva de religiosidad se ha visto plasmada en políticas públicas de la provincia norteña, en el caso que nos ocupa, en la Ley Provincial de Educación N° 7546 cuyo artículo 27 inciso ñ establece como uno de los objetivos de la educación primaria en la provincia el de “brindar enseñanza religiosa, la cual integra los planes de estudio y se imparte dentro de los horarios de clase, atendiendo a la creencia de los padres y tutores quienes deciden sobre la participación de sus hijos o pupilos. Los contenidos y la habilitación docente requerirán el aval de la respectiva autoridad religiosa”.
Las observaciones - a priori - de la norma permiten señalar, en primer lugar, que la autoridad escolar considera que es positiva la enseñanza de religión, soslayando el oscuro y violento pasado de muchas de ellas, sobre todo de las que “en nombre de Dios” mataron y asesinaron a miles de personas, precisamente, por no aceptar ni creer su fe y dogmas[2]
La segunda cuestión a observar, es que la materia religión forma parte del plan de estudios junto a las ciencias que se imparten en el sistema primario, con la debida adecuación a niños de corta edad. Surge acá el error de colocar a lo pseudocientífico e indemostrable, junto a las ciencias y al conocimiento.
La tercera observación, es que se justifica la enseñanza religiosa en el derecho de los padres y tutores a imponer a sus hijos y pupilos sus convicciones religiosas, derecho relativo y cuestionable si los hay.  Se suma a ello un prejuicio: considerar que todos los padres tienen creencias religiosas (y las practican), cuando el fenómeno que se observa en la realidad argentina y mundial es el contrario: la mayoría de los ciudadanos/as no practican religión alguna, es decir, son indiferentes al fenómeno religioso, Salta incluida.
Finalmente, permitir que la autoridad religiosa (obispos, pastores, imanes, rabinos), sean quienes fijan los contenidos de la materia y otorgan el aval para que los docentes tengan habilitación es una flagrante violación al sistema representativo y republicano.
La respuesta del máximo tribunal de justicia salteño no extrañó: convalidó la enseñanza religiosa en las escuelas públicas. Así llegó la cuestión a la Corte nacional que decidió abrir el debate a la ciudadanía y actores de ambos sectores (laicos y clericales), mediante audiencias públicas.
2. El oficialismo y su impronta confesional
El debate que se desarrolla en Poder Judicial Federal viene precedido por declaraciones del ex ministro de educación de la Nación, Esteban Bullrich. Sostuvo el funcionario: “vendría muy bien que todas las religiones tengan su espacio en las escuelas” […] “Por más que soy católico, trato de ser un apóstol y buen discípulo, sí creo que en las escuelas debemos enseñar otras religiones también, que también tienen lecciones para aprender”[3]
No son casuales las declaraciones del ex ministro. Católico confeso, es un exponente de la clericalizada clase política argentina, sobre todo, por la sombra que el papa Francisco ejerce sobre numerosos asuntos públicos de la república y la influencia en no pocos dirigentes.
Es que si bien el monarca teocrático se ha mostrado contrario al clericalismo dentro de su institución[4], en la vida política lo fomenta. Ejemplo de ello es la organización de congresos mundiales sobre medio ambiente, seguridad, trata de personas, justicia, sumados a la labor de su ONG preferida - Scholas Occurrentes- , fundación que vincula a escuelas de todo el mundo con el nombre del Papa como bandera. Se suma el alineamiento de vastos sectores de la dirigencia política en el sentido amplio del término[5]
El contexto, más la actitud del ex ministro Bullrich (que antepone su religión a la gestión laica de la cosa pública, que es de todos los ciudadanos, sean religiosos o no), explican esta - por ahora - pretensión del oficialismo de volver al pasado, incorporando la religión como materia en la currícula de las escuelas públicas.
3. ¿Batalla final?
Afortunadamente, razones electorales hicieron que el referido ministro dejara la cartera de educación y fuera suplantado por otro (Alejandro Finocchiaro), quien se pronunció a favor de la laicidad en las escuelas públicas.
Sin perjuicio de ello, los abanderados del dogmatismo nunca descansan. Según las épocas tendrán mayor o menor éxito en su influencia en la arena pública.
La educación siempre ha sido un escenario codiciado ya que necesitan del aparato del estado para adoctrinar e inocular lo que en sus propios espacios no pueden hacer. Es que sus propios cuadros – los bautizados – ya no creen en dogmas, ni aceptan doctrinas, ni cumplen sus mandatos morales.
No hay descanso en la lucha por la autonomía del hombre y por su emancipación de las cadenas del dogmatismo y la sumisión intelectual.
Será pues la firmeza de la clase dirigente en la defensa de las libertades laicas, valores republicanos y principios del estado constitucional de derecho los que permitirán que el futuro de la educación pública sea promisorio.
Enseñar religión en la escuela pública no lo garantiza.

Carlos Lombardi
Abogado
Prof. de Derecho Constitucional
UNCuyo - Mendoza



[1] Educación religiosa en escuelas públicas de Salta ¿Necesidad o imposición?, Suplemento La Ley, Constitucional, agosto 2013, N° 5, p. 63 y ss.
[2] El teólogo suizo Hans Küng, haciendo referencia al fenómeno de la violencia religiosa, tiene acuñada una fórmula: “No habrá paz entre las naciones, sin paz entre las religiones”.
[3] “Esteban Bullrich, a favor de que todas las religiones tengan su espacio en la educación”, en http://www.telam.com.ar/notas/201704/186699-esteban-bullrich-espacio-todas-las-religiones-educcaion.html
[4] “Papa Francisco advierte: El clericalismo es un grave peligro para la Iglesia”, en https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-advierte-que-el-clericalismo-es-una-grave-peligro-para-la-iglesia-40242/. Sostuvo: “Uno de los peligros más graves, más fuertes de la Iglesia de hoy es el clericalismo” dijo a los religiosos. Así, los animó a trabajar “con los laicos”: que sean ellos los que vayan adelante, los que tengan la valentía de ir adelante, y vosotros sostenedles y ayudadles como sacerdotes, como religiosos”.
[5] Exponente del fenómeno son “Los Laudatos”, una cofradía integrada por políticos, empresarios y sindicalistas argentinos quienes se reúnen en secreto y han elaborado un documento denominado "El Modelo Argentino", basado en los postulados de la encíclica papal "Laudato Si".

domingo, 16 de octubre de 2016

FRANCISCO: JEFE DE LA OPOSICIÓN

Segunda visita del presidente Macri al papa católico romano. El pathos de la relación -supuestamente - ha cambiado, porque las partes han hecho contribuciones para mejorarla.
Los aportes tienen que ver con la disposición del pontífice para garantizarle gobernabilidad al presidente, ordenándole que lleve a cabo una serie de actos políticos que considera clave para la pacificación social y desarrollo económico del país: la creación de la Mesa de la Producción y del Trabajo, es uno de ellos. Macri cumplió su parte. Bergoglio, también: desactivar, al menos momentáneamente, un paro de la CGT.
¿A qué fue el presidente? El primer motivo, participar en la canonización de un cura argentino, legitimando con su presencia la fábrica de hacer santos que tiene la multinacional religiosa y con la cual lucra sistemáticamente desde el siglo IV dC. El segundo, reunirse con al papa a solas, para hablar de política nacional e internacional.
Sin embargo, la cultura del encuentro que finge Bergoglio es, para no perder su espíritu falsario, selectiva. Pidió expresamente que no viajara el jefe de gabinete de ministros.
¿Garantizar gobernabilidad? Su principal exégeta lo dejó muy claro: “Vera declaró que el Obispo de Roma "impedirá un estallido social en la Argentina" y "ayudará para que (Mauricio) Macri pueda concluir su mandato" en 2019”; la reunión irá bien porque el Presidente está apostando por un mayor gradualismo". "Hoy el Papa le está marcando el camino más correcto" a Macri para que "empiece a gobernar con concertación, con grandes consensos, como en Europa" (1).
Pero, ¿desde cuándo un monarca teocrático, jefe de un estado extranjero, legitima a las autoridades republicanas argentinas, marcándoles el camino?
El encuentro no representa otra cosa que una nueva vuelta de tuerca al clericalismo político que impera en el país, una de las causas del estrepitoso fracaso de las instituciones republicanas y democráticas y de la decadencia social que padecemos.
Confirma, además, el rol político opositor de Bergoglio y la eterna minoría de edad de la clase política argentina, sedienta de veedores y carente de autonomía intelectual.
1. Néstor Kirchner tenía razón
Por su infinito doble discurso y accionar político, el papa argentino ha ratificado el rol que le atribuía el ex presidente Néstor Kirchner: ser el "jefe espiritual de la oposición política".
Sea porque no le gustaban las homilías y discursos del cardenal (que sentía como un ataque a su gobierno, sobre todo, en materia de igualdad); sea porque la oposición al gobierno K desfilaba por el despacho curial, lo cierto es que el ahora papa siempre gustó de ejercer un rol que su propia institución niega. Es más, su demagogia crónica le hace cometer sincericidios como cuando les manifestó a los jueces argentinos reunidos en el Vaticano que "no cabe el adagio de la ilustración, de que la iglesia no deba meterse en política" (2).
Y la coalición gobernante Cambiemos - con un líder nihilista en su faz ideológica -, debe soportar una oposición que no está acostumbrada a serlo y que, ante su profunda crisis interna, decidió alinearse con el papa católico, también peronista.
Calificado como “compañero Papa” por un genial periodista porteño, Bergoglio ha convertido a los referentes del movimiento histórico en mandaderos suyos.
“No sé si el Compañero Papa lo va a asumir, pero sin duda el peronismo ya ha decidido que quiere ser adoptado por él. Sutilmente lo expresan sus protagonistas. No pasa un día sin que algún dirigente cite una frase papal. Desde la CGT hasta D’ Elía y desde los renovadores hasta el kirchnerismo duro pasando por Pichetto, Scioli, Moreno o Domínguez.
Ya nada ocurrirá en el PJ que contradiga al Sumo Pontífice. El que tenga alguna duda, que le pregunte a Aníbal Fernández” (3).
A tal punto pasa el alineamiento del justicialismo con Bergoglio que ha surgido hace unos días el grupo Laudatos que nuclea a un grupo de políticos – en su mayoría de ese partido -, sindicalistas y empresarios que elaboró un documento en base a las similitudes de la encíclica de Francisco "Laudato si" con el “Modelo Argentino” ideado por Perón en la década del 70.
2. Lío católico en la política argentina
Si en Medio Oriente la religión monoteísta mata, en Occidente divide. No en vano el escritor satírico irlandés Jonathan Swift decía: “Tenemos la suficiente religión para odiarnos, pero no para amarnos los unos a los otros”.
El catolicismo es experto en la materia, tiene larga tradición en dividir a las sociedades y Francisco no es la excepción. Católicos/macristas enfrentados a católicos/peronistas, ¡por el propio papa!
El enfrentamiento no es sólo en la ideología sino en la praxis. La furia de los gorilas (como gustan llamar sectores K, a los no K), se desató hace tiempo por un rosario que el papa regaló a una líder social detenida en circunstancias procesales, por lo menos, dudosas.
Pero la balanza del papa en este punto no es equitativa. Como buen populista, la inclina hacia el modelo político-eclesial con el que se siente más identificado y que no es el que se practica en Recoleta sino en los sectores excluidos. Está a favor del pueblo bueno, cuya pobreza le otorga una autoridad moral que no tienen los católicos ricos e instruidos.
Magistralmente, Loris Zanatta hizo foco en la cuestión: “Es así como el Papa contrapone el pueblo bueno y solidario a una oligarquía depredadora y egoísta. Una oligarquía transfigurada, carente de rostro y nombre, esencia del Mal en cuanto rinde culto al dios pagano del dinero: el consumo es consumismo; el individuo, egoísta; la atención al dinero, adoración sin alma. Tal es el enemigo del pueblo para Bergoglio…” (4).
El enfrentamiento católico en la política argentina – una especie de caricato de farsa – tiene un protagonista casi héroe (Francisco), un pobre filisteo (Macri).
3. Clerodependencia de la clase política argentina
El viaje del presidente sigue la histórica línea de conducta de la clase dirigente, resultado de un fenómeno de vieja data y que alcanzara su más alto nivel en las dictaduras militares.
Naturalizar la presencia del clero católico en la cosa pública es un flagelo heredado de la Conquista, atribuyéndole a la iglesia católica un rol que no debería tener y que ha sido nefasto. Es una señal contundente del alto grado de atraso institucional en el que se encuentra el país.
Los sociólogos hace tiempo lo advierten. El continuo proceso de secularización de la sociedad no es acompañado por otro de laicización de las instituciones, ya que en la visión que la dirigencia política proyecta del estado, la laicidad no es un componente constitutivo (Mallimaci).
El resultado está a la vista: empobrecimiento de las instituciones democráticas; infantilismo y minoría de edad de la clase política; anulación de la autonomía de los ciudadanos y ciudadanas; entorpecimiento del clero en las políticas públicas; república laica mancillada sin hesitación.
Pero, si el papa peronista está a favor de los pobres y más necesitados, de la inclusión social, en contra del capitalismo salvaje. ¿Qué tiene de malo eso? Dicho así, nada de malo.
Sin embargo, la multinacional religiosa nunca colabora de modo aséptico. Defiende sus intereses políticos y económicos y los riesgos que corren las democracias débiles como la argentina son muy altos.
Profundizar el clericalismo político y la clerodependencia implica no sólo ensombrecer las libertades públicas y restringir derechos humanos, sino convertir al papa católico en veedor de la república, con el peligro adicional que la moral católica sea elevada a moral del Estado, como sostiene el filósofo italiano Paolo Flores d’Arcais.
¿La democracia argentina tutelada por la religión católica y su iglesia? La clase dirigente parece empecinada en fortalecer esa idea, haciendo gala de una amnesia, ignorancia y estulticias sublimes.
La hipoteca sería tan grande como aciaga: hacer prevalecer los intereses del papa católico sobre los de la sociedad plural y laica.
Y es sabido que gobernar con el catecismo católico, en vez de la Constitución, significa el recorte de libertades públicas y la anulación de las autonomías de los ciudadanos y ciudadanas que deberían ceder ante los representantes de una religión totalitaria e invasiva.
Dicho de otro modo, y como parece vaticinar el referido filósofo: “La soberanía de Dios, en sustitución de la soberanía de las existencias individuales concretas, sólo promete una multiplicación de Jomeinis” (5).


Notas
(1) Gustavo Vera: "El Papa impedirá un estallido social en la Argentina", en  http://www.infobae.com/politica/2016/10/13/gustavo-vera-el-papa-ayudara-para-que-macri-pueda-concluir-su-mandato/
(2) El papa Francisco a los jueces: "Yo sé que sufren presiones y amenazas", en http://www.infobae.com/2016/06/03/1815952-el-papa-francisco-los-jueces-yo-se-que-sufren-presiones-y-amenazas/
(3) Alejandro Borensztein, Luche y vuelve el Compañero Papa, en www.clarin.com/opinion/Luche-vuelve-Companero-Papa_0_1665433441.html
(5) Paolo Flores d’Arcais, El desafío oscurantista, Anagrama, Barce